Diseño Industrial: ¿Qué es y para qué sirve? - Mass Media Bilbao Skip to main content

El diseño industrial es una disciplina que se ha extendido por todo el mundo y ha llegado a ser una parte determinante en la formación de profesionales universitarios y técnicos. Su proceso consiste en el pensamiento, la construcción y el desarrollo de productos industriales, con el objetivo de resolver relaciones entre la forma y la función de objetos, siempre teniendo en cuenta la estética y los materiales. En Mass Media formamos a futuros profesionales para que desarrollen las habilidades necesarias en este campo.

Para crear dichos objetos, los diseñadores sintetizan la información proporcionada por diferentes estudios y diseñan productos que se adecuen al mercado y sus expectativas. No obstante, diseñar un producto industrial también incluye diferentes conocimientos; por tanto, este proceso no solo intervienen diseñadores, sino también otros profesionales como ingenieros eléctricos, electrónicos y de sistemas industriales. En esto se basa principalmente la diferencia entre el diseño industrial y el mecánico: uno trata la forma del producto y el otro, su función.

Otro aspecto determinante en la función del diseño industrial en la actualidad es su dependencia de las producciones de objetos de consumo y mercado. En este sentido, la función del mercado postmoderno no es diseñar objetos sobre la base de las necesidades humanas, sino crear mentalidades más sedientas de necesidades y alimentar el ritmo productivo y el deseo de consumir.

Historia del diseño industrial

La especie humana ha tratado de satisfacer sus necesidades materiales y espirituales desde sus orígenes. Dentro de la producción material destaca la producción de objetos y en esta, el diseño es un elemento sustancial para lograr artículos funcionales y estéticos. El profesor Robert Gillam Scott opina que “diseñar es un acto humano fundamental”, ya que “diseñamos cada vez que hacemos algo por una razón definida”.

A finales del siglo XVIII, la Revolución Industrial inglesa supuso un avance del diseño industrial por marcar un nuevo ritmo productivo, caracterizado por la velocidad en la elaboración de mercancías. Al principio, los creadores dentro de la industria fueron artistas y artesanos que alcanzaron una nueva profesión con el nacimiento de la producción industrial: el oficio de diseñador. Sin embargo, los primeros objetos fabricados con el nuevo sistema de mecanización carecían de calidad de diseño.

En el siglo XX también hubo un avance remarcable en las artes y el diseño con la escuela alemana Bauhaus, aunque no fue la única de Europa. Su cierre en 1933 por el fascismo conllevó la emigración de numerosos maestros y alumnos al extranjero, principalmente a los países capitalistas más desarrollados. Así se crearon las bases para trasladar progresivamente los cursos de diseño a numerosas escuelas de diseño arquitectónico, gráfico e industrial de diversas naciones.

Los aspectos que han prevalecido hasta hoy en la práctica del diseño industrial han sido el análisis de formas, colores o texturas; estudios de mercado; estudios ergonómicos, de calidad y factibilidad; o el estudio de nuevos materiales y sus posibilidades expresivas.